¡Bienvenidos a bordo!

Viaja un siglo atrás y adéntrate en el Buque de los Sueños. En su interior, las vidas y las historias de las 2,208 personas que depositaron sus ilusiones, sus esperanzas y sus anhelos en él. Conoce de su propia mano esta travesía que ya es eterna, conoce la Verdadera Historia del Titanic.


miércoles, 14 de abril de 2021

La pesadilla del plegable A

Han pasado 109 años desde que el Titanic se hundiera la madrugada del 14 al 15 de abril de 1.912. Sin embargo, en la actualidad, seguimos enfrascados en su historia, en su tragedia, en todas esas vivencias humanas que continúan conmoviéndonos y haciéndonos preguntarnos, ¿cómo hubiera reaccionado yo? Hoy, pondremos el foco en la lucha encarnizada por la supervivencia que se mantuvo en el plegable A. Uno de tantos sucesos que se dieron ésa noche, pero, sin lugar a dudas, de los más crudos e instintivos. Ya no existen clases ni posición social. Ahora se trata sencillamente de sobrevivir. Adentrémonos y regresemos al Titanic.


------------------------------------------------------------------------------

 

Han pasado más de dos horas desde que el Titanic ha chocado con un iceberg. Le ha provocado una herida mortal que ya resulta evidente. Sólo quedan unos minutos y, aquellos que aún continúan en el barco, son plenamente conscientes de ello. El buque está a punto de sucumbir en el Atlántico Norte. Sus aguas, están a una temperatura de dos grados sobre cero. Aún quedan dos pequeños botes plegables por sacar. Son el A y el B, ambos con capacidad para unas 45 o 50 personas. Los dos están ubicados sobre las estancias de los oficiales.


Círculo rojo. Ubicación de los botes plegables A y B. Se encuentran encima de las estancias de los oficiales
(Fotografía: Wikipedia)


Apenas queda tiempo. El Jefe de Oficiales Henry Tingle Wilde (39 años), el Primer Oficial, William Murdoch (39 años), el Segundo Oficial, Charles Ligtholler (38 años) y el Sexto Oficial, James Paul Moody (24 años), lo saben. Es ahora o nunca. Tienen que desatar los plegables e intentar poner a salvo a todos los que puedan. La situación ya es totalmente desesperada y todos ellos llevan sus armas con disposición de utilizarlas si es necesario. Varias personas se unen a la causa. Con navajas, cuchillos y todo aquello que pueda ayudar a liberar los botes. Con remos, crean una especie de rampa para bajar los plegables, sin embargo, ya sumidos en el absoluto caos, el plegable B queda flotando boca abajo y el A, sin haber podido ser montado correctamente, está semi inundado. Más de 1.500 personas siguen aún en el ya moribundo Titanic. Algunos intentan llegar al plegable B. 25 personas conseguirán asirse a él precariamente y ser rescatados posteriormente. Entre ellos, el Segundo Oficial Charles Lightoller. Wilde, Murdoch y Moody, los tres que dirigieron el intento de sacar el plegable A en condiciones óptimas, murieron esa noche.

De izquierda a derecha
Henry Tingle Wilde, Jefe de Oficiales (Fotografía: https://www.williammurdoch.net/)
William McMaster Murdoch, Primer Oficial (Fotografía: https://www.encyclopedia-titanica.org/)
Charles Herbert Lightoller, Segundo Oficial (Fotografía: Wikipedia)
James Paul Moody, Sexto Oficial (Fotografía: Wikipedia)


Edward Brown (34 años), mayordomo de primera clase, apenas puede entender el curso de los acontecimientos. Su turno ya había finalizado cuando el Titanic colisiona con el iceberg. Estaba descansado en su camarote cuando ha ocurrido el accidente. Se ha vestido veloz y se ha dirigido a ayudar en las tareas de evacuación. No ha parado ni un momento desde entonces. Ha sido uno de los miembros de la tripulación que han desatado el plegable A. Edward sabe que todo está llegando a su fin. El Capitán Smith, según su declaración posterior, había pasado hacía unos minutos, megáfono en mano, diciendo “Muchachos, hagan todo lo posible por las mujeres y los niños. Cuídense”. Después, se dirigió hacia el puente, donde presumiblemente se quedó hasta el final. Él sabe que hay mujeres y niños pequeños en la zona, pero ya no hay tiempo. Ahora tiene que mantenerse en el plegable A como sea. 

Edward Brown, Mayordomo de Primera clase
(Fotografía:https://www.encyclopedia-titanica.org/)

El agua ya ha llegado a la zona y el pequeño bote empieza a flotar entre una multitud de personas que, bajo la absoluta desesperación, intentan aferrarse a él. Allí se encuentran varios pasajeros de tercera clase que, tras una carrera contrarreloj para acceder a la cubierta, han conseguido llegar, pero ya es demasiado tarde. No hay botes. August Wennerström (27 años) y Carl Olof Jansson (21 años), ambos suecos y de tercera clase, que también han colaborado en liberar el plegable A, están en la zona con varios compatriotas. Alma Palsson (29 años) y sus cuatro hijos, Torborg (8 años), Paul (6 años), Stina (3 años) y Gösta (2 años), Gerda Dhalberg (22 años) y el matrimonio Lindell, Edvard (36 años) y Gerda (30 años). Alma está muy nerviosa. Ha tardado demasiado en despertar y vestir a sus pequeños. El panorama que tienen es muy complicado y lo sabe. Todos son conscientes de que, llegados a este punto, lo más sensato es tirarse al agua e intentar llegar al bote. Alma mira a sus niños y agarra fuerte a dos de ellos. Le pide a Wennerström que le ayude con los otros dos. Él accede. El resto del grupo hace lo propio. Posiblemente, antes de saltar, cruzarían miradas cargadas de miedo, pero, también, de esperanza.

 

De izquierda a derecha
Alma Palsson (Fotografía: https://www.encyclopedia-titanica.org/)
Torborg Danira Palsson (Fotografía: http://fam-nilsson.eu/blogg/)
Paul Folke Palsson (Fotografía: http://fam-nilsson.eu/blogg/)
Stina Viola Palsson (Fotografía: https://www.encyclopedia-titanica.org/)
Gösta Leonard Palsson (Fotografía: https://www.encyclopedia-titanica.org/)

Thomson Beattie (36 años) y Thomas McCaffry (46 años), ambos canadienses y pasajeros de primera clase, también comprenden que su única oportunidad de salir con vida de allí, es conseguir subirse a ese bote. Llevan siendo inseparables desde que se conocieron en el año 1.987 en Winnipeg. Todos aquellos que los conocen, lo saben. Allí donde esté Beattie estará McCaffry. Podemos imaginar el momento. Los dos se mirarían sabiendo, perfectamente, que lo tenían muy difícil. Tenían que intentarlo y así lo hicieron. Probablemente se cogieron de la mano y, juntos, como siempre, se lanzarían a sobrevivir.

Thomson Beattie (Fotografía: https://www.encyclopedia-titanica.org/)
Thomas McCaffry (Fotografía: https://titanic.fandom.com/)

Rhoda Abbott (39 años) y sus dos hijos, Rossmore (16 años) y Eugene (14 años), los tres pasajeros de tercera clase, acaban por llegar a la misma conclusión que el resto. La cubierta está ya inundándose y no hay muchas más opciones. Rhoda es una mujer independiente que se había hecho a sí misma. Hacía un año, harta de todo lo que implicaba su matrimonio, había conseguido el divorcio y se había mudado a su tierra natal, Inglaterra, con sus dos hijos. Ella mantenía a su familia como costurera y estaba muy orgullosa de ello. Sin embargo, los jóvenes pronto echaron de menos Rhode Island, donde se habían criado y Rhoda, para quien lo primero siempre era el bienestar de sus hijos, había accedido a volver a EE.UU. Ahora el único objetivo era ese. Regresar a casa. Todo el mundo que está alrededor, se estaba lanzando ya al mar con el mismo propósito, llegar al plegable A. La mujer y los dos chicos hicieron lo propio.

De izquierda a derecha
Abajo, izquierda, Eugene Joseph Abbott
Centro, Rossmore Edward Abbott
Derecha, Rhoda Abbott
(Fotografía: https://titanic.fandom.com/)

Charles Williams (51 años) y Richard Norris Williams (21 años), padre e hijo, ambos pasajeros de primera clase, también lo ven claro. Poco después de la colisión, sin tener ni la más remota idea de que el buque estaba condenado, habían acudido al bar para tomarse una copa y se lo habían encontrado cerrado. Qué absurdo y lejano parecía ahora ése enfado. La cubierta de botes estaba ya inundada y era hora de saltar. Lo hicieron juntos, pero el naufragio ya era inminente y todo estaba colapsando. Una de las chimeneas se desploma. Richard contempla horrorizado cómo cae sobre su padre y otros pasajeros que estaban nadando. La ola que la caída causa, hace que Williams acabe sumergido.

 “No estuve mucho tiempo bajo el agua y, tan pronto como llegué a la superficie, me quité el abrigo de piel. A unos veinte metros de distancia, vi algo flotando. Era el bote plegable A. Me aferré a él y, al cabo de un rato, conseguí subirme a bordo. El agua nos llegaba a la cintura. Una treintena de personas se asían a él con desesperación”.

 Ahora Williams no tiene tiempo para lamentos. Ha perdido a su padre sí, pero esto es una carrera por sobrevivir.


Charles Duane Williams
Richard Norris Williams
(Fotografías: https://www.encyclopedia-titanica.org/)


El plegable A, resulta una de las pocas bazas que tienen todos aquellos que ya se han lanzado al mar. El Titanic está a punto de ser engullido por las aguas del Atlántico norte. Edward Brown, mayordomo de primera clase, contempla la lucha que se ha desatado por obtener una plaza en el bote. Puede ver a las mujeres que esperaban en la cubierta hace unos escasos minutos. Ha conseguido mantenerse en el bote durante un tiempo, pero el oleaje que causa la caída de la chimenea, hace que finalmente vuelva al agua. Apenas le quedan energías para nadar y su chaleco salvavidas le ayuda a mantenerse a flote. Según su declaración, un remolino de agua provocado por la succión que causa el hundimiento, hace que vuelva a estar cercano al bote. Desde el agua, puede ver cómo las luces del Titanic están encendidas prácticamente hasta el último momento. También, es una de las pocas personas que aseguraron ver al buque partirse en dos. Finalmente, logra volver a subir al bote y, ya en él, ayuda a subir a una mujer. Ella es Rhoda Abbott.

 

Rhoda lo ha conseguido. Como es habitual en ella, pocas cosas se le ponen por delante. Su coraje consigue llevarla hasta el plegable A. Sin embargo, sus dos hijos, Rossmore y Eugene se han perdido entre la gente. Horrorizada mira a su alrededor. No están. Ya no puede verlos. Nunca más volverá a hacerlo. Durante el resto de su vida, jamás se perdonaría haber sobrevivido a la tragedia y sería una losa que llevaría hasta su muerte.

 

Thomas McCaffry y Thomson Beattie ya están al límite de sus fuerzas. McCaffry no puede más y se pierde entre la gente. Thomson, sí consigue llegar al plegable A, pero, absolutamente agotado y derrotado por perder al que era su incansable compañero de aventuras, deja de luchar.

Thomson Beattie
(Fotografía: https://www.encyclopedia-titanica.org/)

Jansson y Wennerström nadan incansables y juntos hasta llegar al plegable A. Tras saltar al mar, han perdido la pista de Alma Palsson y sus hijos. No han podido mantenerlos agarrados. La mujer y sus cuatro niños, fallecerían en la tragedia. Mientras están en el agua, August Wennerström observa cómo la joven Gerda Dhalberg también se rinde a la hipotermia.

 

“Había llantos por todas partes. La gente rezaba y rezaba. Algunos murieron rápidamente, otros pelearon duramente contra el frío, pero también sucumbieron”.

Gerda Ulrika Dhalberg
(Fotografía: https://www.encyclopedia-titanica.org/)

Edvard y Gerda, el matrimonio Lindell, ha conseguido, también, llegar al bote. Edvard Lindell, Carl Olof Jannson y August Wennerström, finalmente, logran subir. Gerda no puede hacerlo. Se queda aferrada al borde de la pequeña embarcación donde los tres hombres intentan subirla desesperadamente. Mientras agarraba su mano, ya al límite de sus fuerzas, August comprendió que la mujer ha muerto. Cuando la soltó la mano, con él, se llevaría su anillo de bodas. August describió así lo sucedido a continuación.


 “En menos de 30 minutos Edvard pareció envejecer. Se había dado cuenta de que su amada Gerda se había ido para siempre…”


Edvard Lindell fallecería poco después. Para evitar que el barco pudiera inundarse más, el resto, iba lanzando al mar a aquellos que iban muriendo. Edvard fue uno de ellos. Si quieres saber más sobre la historia de los Lindell, pulsa aquí.

Edvard y Gerda Lindell
(Fotografía: Titanic Exhibition)

Carl Olof Jansson describiría así, su estancia en el bote.

“…Hicimos un gran esfuerzo por seguir a flote. Estábamos atrapados, no sabíamos cuánto tiempo tendríamos que seguir allí, mojados y congelados. Apreciábamos nuestra vida. El agua estaba repleta de personas y trozos de hielo.

Antes de ser salvados estuvimos horas de lucha salvaje en una tremenda oscuridad. Los gritos y lamentos del resto de hombres se clavaban hasta la médula. Los gemidos se prolongaron durante horas.

Al final sólo quedamos 11 personas con vida, 4 murieron después de las primeras horas…”

Carl Olof Jansson
August Wennerström
(Fotografías: https://www.encyclopedia-titanica.org/)


El Quinto Oficial, Harold Lowe (29 años), que capitaneaba el bote 14 y remolcaba al plegable D, rescató a los 13 supervivientes del plegable A, entre los que se encuentran, Edward Brown, August Wennerström, Carl Olof Jansson, Richard Norris Williams y Rhoda Abbott, la única mujer que consiguió sobrevivir en él. Todos ellos son transferidos a los botes y se decide dejar al plegable A a la deriva, con tres cuerpos en su interior. A lo largo de la noche, habían sucumbido al frío y ya no había fuerzas para echarlos al mar. Dos de los cadáveres, que pertenecían a miembros de la tripulación, no fueron identificados. El otro, era el del pasajero de primera clase, Thomson Beattie.

 

Plegable A tras ser hallado, en mayo de 1.912, un mes de la tragedia del Titanic, por el Oceanic
(Fotografía: https://titanic.fandom.com/)

A pesar de que sus manos se habían hinchado mucho, Edward Brown se ofrecería a remar ya a bordo del bote 14. Su familia cree que, debido a las secuelas provocadas por la hipotermia sufrida en el naufragio del Titanic, su salud no volvió a ser la misma y falleció 14 años después, con 48 años.


Edward Brown en 1.920
(Fotografía: https://www.encyclopedia-titanica.org/)

 El Carpathia llegaría de madrugada a rescatar a las 712 personas supervivientes de la tragedia. Carl Olof Jansson declaró lo siguiente respecto a este momento.

 

 “…El cómo llegamos a bordo del Carpathia apenas lo recuerdo. Sé que nos lanzaron cuerdas con una soga que nos rodeaba para que pudiésemos subir…”


R.M.S. Carpathia, el buque que rescató a los supervivientes del Titanic
(Fotografía: Wikipedia)

En el Carpathia, una pasajera de tercera clase, Amy Stanley (24 años), se encontró con Rhoda Abbott.

 

“Rhoda y yo habíamos estado muy unidas. Su camarote y el mío estaban cercanos. Era la única con quien podía hablar de sus hijos, puesto que yo los conocía. Me dijo que podrían haberse puesto a salvo si no hubiese habido tanta gente. Ella y sus hijos se mantuvieron juntos. Estaba agradecida de que se hubieran quedado con ella en ése momento. Primero perdió de vista al más pequeño, después al mayor. Estaba entumecida por el frío y apenas podía recordar cuándo subió al Carpathia. Había un trozo de corcho en su cabello. Me las arreglé para conseguir un peine y, aunque nos llevó mucho tiempo, conseguimos quitárselo”.

Rhoda Abbott 
(Fotografía: https://www.encyclopedia-titanica.org/)


 Richard Norris Williams, que había perdido a su padre ante sus ojos, se enfrentaba ahora a otra dura noticia. Debido al tremendo frío, los médicos recomendaban amputar sus piernas. Él se negaría, casi suplicando que no lo hicieran. Su cabezonería daría sus frutos. Conseguiría volver a caminar en el mismo trayecto del Carpathia y, tras un duro trabajo, consiguió volver a tener total movilidad en sus articulaciones y regresar a la que era su gran pasión, el tenis, consiguiendo varios logros en este deporte y siendo una gran figura, sobretodo, en dobles, llegando a ganar cuatro veces la Copa Davis, Wimbledon y en 1.924, un oro en los Juegos Olímpicos. Williams declaró lo siguiente.

 “Cuando el bote del Oficial Lowe nos recogió, once de nosotros aún estábamos vivos. Todos los demás, habían muerto de frío. Mi abrigo de piel fue encontrado en ése bote por el R.M.S. Oceanic y también, un bastón con las iniciales C.Williams. Esto hizo que se creyera que el cuerpo de mi padre estuviera en plegable A, pero, como ven, no es así. Realmente no sé cómo llegó hasta allí”.

Richard Norris Williams
(Fotografía: https://www.tennisfame.com/)

Como tributo al Titanic, Williams y Karl Behr, otro superviviente de la tragedia y también tenista, ofrecieron juntos en 1.914, dos años después del hundimiento, un partido de exposición en del que Williams salió victorioso.

Richard Norris Williams (izquierda) y Karl Behr. Tenistas y supervivientes del Titanic
(Fotografía: https://www.encyclopedia-titanica.org/)

El 13 de mayo de 1.912, un buque también de la White Star Line, el Oceanic, se encontraría con el plegable A en una de sus rutas. En su interior hallarían tres cadáveres, uno de ellos identificado como Thomson Beattie, pasajero de primera clase. Todos ellos serían enterrados en el mar, tras una breve, pero formal ceremonia. 

R.M.S. Oceanic
(Fotografía: Wikipedia)

También se encontraría el anillo de Gerda Lindell, que tras la muerte de su propietaria narraba su historia. Esta joya es uno de los objetos más aclamados por los amantes del Titanic y en la actualidad se encuentra expuesto en Titanic Exhibition, una exposición itinerante que recorre varios países de Europa y América Latina.

Anillo de Gerda Lindell
(Fotografía: Titanic Exhibition)

El anillo de Gerda Lindell casi puede gritarte lo que vivió ésa noche en el plegable A. Hoy, 109 años después, queremos volver a recordar a esas 1.496 personas que la tragedia del Titanic se llevó consigo, convirtiéndose, en ése mismo momento, en el alma de su leyenda.

 

 

Dedicado a Claudio Ariel Eberhardt, quien, seguro, hoy estaría disfrutando del aniversario del Titanic con tanto amor como nosotros

 

[Irene Hernández Rodríguez]

miércoles, 10 de abril de 2019

Enrolarse a última hora


Se van a cumplir 107 años de la tragedia del Titanic y hoy queremos dar protagonismo a la parte más silenciada del buque, su tripulación. En este artículo vamos a conocer quince vidas que, sin en principio tener que haber sido parte de este coloso y lo que le deparaba, en el último momento se involucraron con él y, sin saberlo, se convirtieron en historia.

----------------------------------------------

Es la mañana del 10 de abril de 1.912 en Southampton. Mucha gente está reunida en el puerto, concretamente en el muelle número 44. Hoy el Titanic va a iniciar su viaje inaugural y todo está preparado para ello. Los pasajeros van llegando y embarcando poco a poco en el buque, cada clase por la zona acondicionada para ello. Desde el puerto, un gran grupo de marineros observa el ajetreo anhelando poder formar parte de él. El que tienen delante es el que, dicen, es el buque más grande y más seguro del mundo. Saben que en todo viaje hay parte de la tripulación que no se presenta y esperan su oportunidad para conseguir un puesto de trabajo de última hora. Sólo quince serían los afortunados. Era su día de suerte. O eso creían.

Fotograma de la película de 1.997 "Titanic" de James Cameron.
El buque espera impaciente su salida inminente en el puerto de Southampton, muelle 44. (Fotograma Titanic)

Harry (¿W?) Burrows llevaba un mes posponiendo su próximo viaje. Tenía 29 años y era ya un marinero experimentado, con varias rutas a sus espaldas. Cuando supo que el Titanic estaba a punto de hacer su primer viaje, decidió no coger ningún otro buque durante el resto del mes y se quedó en casa de su madre, en Southampton. No podía dejar pasar la ocasión de trabajar en él. Consiguió lo que quería, firmó el 6 de abril para hacer las veces de fogonero. La mañana del miércoles 10 de abril se despidió de su madre y partió hacia el puerto, un lugar muy conocido y familiar para él. Sin embargo, repentinamente algo le frenó. Apenas una hora después, su madre le vio aparecer por casa. Se quedó perpleja. Ella misma declaró lo siguiente.

“En el último momento cambió de opinión y se marchó. Estamos muy agradecidos por ello. No puedo explicar por qué mi hijo frenó sus planes. Dijo que le había invadido una especie de oscuro presentimiento”.

Con este acto, Burrows probablemente salvó su vida. 

Alfred John Alexandre Podesta era uno de los fogoneros del Titanic. Como Burrows, había firmado el 6 de abril para dar sus servicios en el buque y ésa mañana estaba junto a su colega William Nutbean, también fogonero. Podesta dijo al respecto.

“Me levanté la mañana del 10 de abril y me fui hasta la nave a las 8.00 en punto, como siempre cuando iba a iniciar un viaje, demorándonos más o menos una hora. El barco zarpaba a las 12.00 del mediodía y la mayoría de nosotros, fogoneros y paleros, nos vamos a tierra de nuevo hasta la hora de salir a la mar. Nos fuimos con otros que también estaban en nuestro turno, de 4.00 a 8.00 de la mañana”. (En el turno de Nutbean y Podesta, de 4.00-8.00 y de 16.00-20.00, estaban otros 50 hombres).


A la izquierda Alfred John Alexandre Podesta, a la derecha William Nutbean (Encyclopedia Titanica)

Como era habitual, habían desembarcado para pasar sus últimos ratos en tierra antes de partir. La mayoría de los tripulantes que hacían este ritual, solían ser los que trabajaban en las calderas. Las conocidas como Public House (casa pública, pubs) recibían a estos marineros constantemente. Su bebida favorita era la cerveza. La mayoría de estos pubs estaban muy cerca del puerto, a menos de un kilómetro y se ubicaban en la calle Oxford Street y sus alrededores.

La calle Oxford Street, Southampton. Era un hervidero de pubs y hoteles donde los pasajeros se quedaban antes de salir en barco a sus destinos. (Google maps)

Podesta y sus colegas tenían su turno más tarde, así que aprovecharon al máximo esos últimos minutos. Estuvieron tomando unos tragos en el Hotel Newcastle, también una Public House. Según sus propias palabras:

“Salimos a eso de las 11.15 de camino a los muelles. Viendo que teníamos tiempo suficiente, nos detuvimos en otro pub llamado (The) Grapes y allí nos encontramos con varios compañeros del barco”.

Algunos de estos compañeros eran los hermanos Slade, (Bertram, Alfred y Thomas), fogoneros, y también con Alfred Penney, palero. Muy probablemente en este grupo también se encontraría Frank Holden, fogonero.

El pub al que fueron, The Grapes Public House, era uno de esos locales donde se solían reunir los marineros antes de partir. Se encontraba a unos 800 metros del muelle 44. Ésa mañana tendría mucha clientela, la salida inminente del Titanic había congregado a numerosos curiosos que no querían perderse al imponente buque. Afortunadamente este lugar histórico sigue abierto en la actualidad. Conserva su fachada original y en sus plantas superiores hace las veces de hotel. El local conmemora al malogrado buque en su fachada, con un mural que corona su nombre. Por dentro, numerosos objetos y fotografías de la época lo convierten en uno de los lugares de parada obligatorios para todo entusiasta del Titanic que visite Southampton.

The Grapes en la actualidad. Es el único local de la Oxford Street que conserva el nombre y el uso que tenía en 1.912. (http://officialpubguide.com)

Era muy habitual que los marineros bebieran mucho durante sus estancias en tierra, así que es fácil imaginar la escena. Todos ellos tomarían cerveza y reirían a partes iguales, hablando sobre cómo sería el viaje inaugural y con un ambiente festivo, que seguro estaría cargado de cierta emoción por la inminente salida. 

Interior del pub The Grapes en la actualidad. (http://www.thegrapessouthampton.co.uk)


Al ver que, efectivamente, el tiempo se les echaba encima, los trabajadores empezaron a apresurarse.

“Nos tomamos otra copa y seis de nosotros salimos con apenas 10 minutos antes de las 12, (la hora de salida del Titanic). Corrimos hasta los muelles y hacia el barco”.


Zona de Oxford Street, donde se ubica The Grapes. Muelle 44, donde se encontraba el Titanic.
Había unos 800 metros entre ambas localizaciones. (Google maps)

Pero el jolgorio que han tenido tiene consecuencias. Llegan demasiado tarde. Un tren que venía por las vías que comunicaban el puerto con la estación de Terminus, se estaba aproximando e iba a impedirles alcanzar el buque y, por tanto, su salario. Era habitual que los trabajadores del mar como los fogoneros y paleros, vivieran al día. Lo que ganaban no era demasiado. En este caso, por trabajar como fogoneros (fireman) cobraban unas £6 (libras esterlinas) al día. Los paleros (trimmer) recibían £5 10 s. Algunos mandaban dinero a sus familias, para otros, era común ir encadenando trabajos y gastando todo en bebida y malos hábitos. Perder este empleo les suponía un mundo.

“Estábamos en la parte superior de la carretera principal y un tren de pasajeros se acercaba a nosotros desde la otra parte de los muelles. Oí cómo los hermanos Slade decían que sería mejor dejarlo pasar, pero Nutbean y yo cruzamos y conseguimos llegar. Al ser un tren largo y al esperar que terminase, ellos llegaron demasiado tarde. La pasarela ya estaba quitada dejándolos atrás. Fue como si una fuerza se lo impidiese, sencillamente no tenían que venir”.

Podesta se equivocaba en una cosa. La pasarela aún no había sido quitada. Los hermanos Slade y Alfred Penney corrían y gritaban incansables intentando en vano remediar su suerte. El Sexto Oficial James Paul Moody, estaba a cargo de la pasarela. Pudo ver y oír a los cuatro hombres desesperados. Un pasajero de segunda clase, Lawrence Beesley, fue testigo de la escena.

“Justo antes de que retirasen la última de las pasarelas, vi cómo un grupo de fogoneros corrían a lo largo del muelle, con sus bártulos colgados sobre los hombros. Se dirigieron a la pasarela con la clara intención de subir, pero un oficial pequeño que custodiaba la entrada se negó a permitirles el paso. Los hombres discutieron y gesticularon mucho, intentando explicar las razones por las que habían llegado tarde, pero él se mantuvo firme. Hizo unas señas con la mano y la pasarela fue retirada a pesar de sus protestas, poniendo fin a sus esfuerzos. Esos fogoneros deben estar agradecidos. Por alguna circunstancia, ya sea por su impuntualidad o por un imprevisto que no estaba dentro de su control, no pudieron llegar a tiempo a esa última pasarela”.

Sexto Oficial James Moody (Wikipedia)
Moody dudó unos segundos antes de tomar la decisión. Sabía que otros tripulantes habían sido contratados a última hora para suplir este tipo de contratiempos, algunos casi en el último minuto, así que era plenamente consciente de que si no les permitía subir no surgiría ninguna contrariedad en el funcionamiento del barco. El Sexto Oficial James Moody recibió la llamada de Frederick Fleet, uno de los vigías del Titanic, que anunciaba la cercanía de un icerberg por proa. Moody ayudó a cargar los botes salvavidas hasta los últimos minutos. Murió en el Titanic, fue el único oficial subalterno en hacerlo. Tenía 24 años.

Los hermanos Slade y Penney se tiraban de los pelos, ¿cómo podían haber dejado ir esta oportunidad? Casi con total seguridad, su torpeza y gusto por la cerveza les salvó la vida.

Por su parte, Nutbean y Podesta respiran aliviados. Ambos se congratulan por no haberse esperado. Menos mal, ninguno de los dos hubiera sabido qué hacer si hubieran perdido el barco. Ahora toca esperar a que comience su primer turno en el Titanic. Hasta las 16.00 de la tarde tienen tiempo para descansar de su carrera.

El Titanic comienza con mal pie su viaje inaugural. Un pequeño percance con un navío llamado New York ha hecho que la salida no haya sido perfecta. Para unos pocos esto fue un claro mal augurio, sin embargo, para la mayoría sólo fue un incidente aleatorio. Ningún presagio podía siquiera prever lo que estaba por ocurrir.

Gracias a los ocho miembros de la tripulación que fueron considerados como desertores, entre los que estaban los hermanos Slade y Alfred Penney, y aquellos que renunciaron a su empleo como Burrows, quince de esos hombres que esperaban un golpe de suerte de última hora acababan de conseguir un puesto en el buque. Ninguna contrariedad podría quitarles la euforia del momento. Habían tenido mucha suerte, ¿o no?


Henry Watson Dodds, 26 años. Cuarto asistente de ingenieros.

Henry, conocido desde pequeño como Renny, nació en Georgetown, Guyana el 5 de noviembre de 1.885. De ascendencia escocesa, era el pequeño de cinco hermanos. Durante su juventud, el chico viajó a Gran Bretaña donde estuvo en varias empresas entre las que destacan una de amalgama y otra de azúcar. En el año 1.904 se unió a la Royal Mail Steam Packet Company, donde pasó cuatro años y se inició en el mundo de la mar. En 1.908 entró a formar parte de la White Star Line, donde conseguiría el certificado que le acreditaba como ingeniero de segunda clase (second class engineer). Con él su categoría ascendía notablemente. En 1.912 se encontraba trabajando en el Oceanic, sin embargo, el 10 de abril fue transferido al Titanic como cuarto asistente ingeniero subalterno (Junior assitant 4th engineer) tras la renuncia del que había sido contratado en primer lugar, A. Haveling. Sus motivos se desconocen. Era toda una oportunidad. Renny embarcó en el Titanic cargado de sueños y con la promesa a su novia de que se casarían pronto. No pudo cumplirla. Murió en el hundimiento.

Alfred Edward Windebank, 38 años. Cocinero.
Alfred Edward Windebank
(Encyclopedia Titanica)
Alfred nació el 18 de julio de 1.873 en Southampton, Inglaterra. Era el tercero de ocho hermanos. En 1.891 fue descrito como mayordomo, trabajo que seguramente desempeñaría durante los siguientes seis años. En 1.897 ingresó en la marina mercante donde hizo carrera como cocinero. Fue reclutado para servir en la Guerra de Cuba y estuvo presente en varios ataques. Por sus servicios en la guerra, Alfred fue condecorado con dos medallas. Él continuó trabajando en las cocinas de los buques de la marina. Su última travesía había sido a bordo del Oceanic, también de la White Star Line. El 10 de abril se acercó al puerto de Southampton esperando encontrar un puesto en el Titanic. Les faltaban tres miembros de la cocina así que firmó como asistente de cocina. La noche del hundimiento, Alfred pudo acceder a cubierta y finalmente subir en el bote número 13. Al regresar a casa tras semejante vivencia traumática, Windebank no quiso esperar mucho más y regresó pronto al mar. Formó parte de la Primera Guerra Mundial y recibió otra medalla por sus servicios. En 1.919 se casó con Elizabeth Faulkner, con quien estuvo el resto de su vida. Siguió 18 años más en activo y tras la muerte de su mujer en 1.957, se trasladó a una residencia de ancianos donde moriría en 1.961 con 87 años. Elizabeth y él reposan juntos en el cementerio de Hollybrook, Southampton.

Albert George Locke, 33 años. Pinche de cocina.
Albert nació en West Wittering, Sussex, Inglaterra, el 29 de enero de 1.872. Fue el sexto de nueve hermanos. Aunque seguramente empezó a trabajar más joven, en 1.891, con 19 años, consta como trabajador de su cuñado, que tenía una pequeña tienda de alimentación en Sussex. En el año 1.904 se unió a la Royal Navy y allí se formó como cocinero. Sirvió en gran cantidad de buques, hasta que cinco años después fue expulsado de la marina. En un corto espacio de tiempo, su conducta se tornó de intachable a muy reprobable, lo que le supuso un par de estancias en la cárcel. Físicamente era un hombre de estatura media, con el cabello castaño y los ojos grises. Tras su fracaso en la Royal Navy, William se inició en las rutas comerciales. En abril había estado viviendo en Southampton y fue allí donde se enteraría de la partida del Titanic. Decidió intentar hacerse con un puesto, así que se presentó en el puerto la mañana del miércoles 10 de abril. Tuvo suerte. Firmó como pinche de cocina. No tendría ningún problema en desarrollar su empleo, teniendo en cuenta su experiencia. Albert murió en el Titanic.

D. (¿David?, ¿Daniel?) Black, 41 años. Fogonero.
D. Black había nacido en Glasgow, Escocia, probablemente en el año 1.871. Apenas se conocen datos sobre él. Black no estaba casado, desde muy joven se había dedicado al mar y seguramente fue encadenando rutas durante toda su vida. El último buque donde había servido era el Oceanic, también de la White Star Line. Como seis de sus compañeros, había firmado en el Titanic prácticamente en los últimos minutos. Estaría muy contento por ello y probablemente fuera su último momento de alegría. Black murió en el Titanic, como tantos otros. Su cuerpo no fue recuperado.


Joseph Brown, 30 años. Fogonero.

Joseph había nacido en Newcastle, Inglaterra en el año 1.882. Estaba casado con Lottie Syme y hacía dos años que habían tenido a su primer hijo, un niño llamado Joseph James, en honor a su padre y abuelo materno respectivamente. Lo más posible es que Joseph pasara poco tiempo con su familia, trabajar en el mar implicaba estar varias temporadas fuera así que Lottie y su hijo vivían con el padre de ella en Essex. Se hacían mutua compañía, ya que el hombre había enviudado recientemente. Joseph había trabajado por última vez en el Oceanic, como varios de sus compañeros. Muchos serían viejos conocidos. El Titanic sería su último viaje. Su cadáver no fue recuperado.


Alfred Emest Geer, 26 años. Fogonero.

Alfred nació en el primer trimestre del año 1.886. Era el séptimo de doce hermanos y todos ellos se criaron en Southampton, de dónde era su madre y dónde todos ellos habían nacido. Su padre era un obrero. Teniendo en cuenta que la familia tenía tantos hijos, lo normal en la época es que según fueran teniendo cierta edad (entre los 12 y los 14 años), los chicos se ponían a trabajar. No fue distinto para Alfred. Cuando tuvo alrededor de los 14 años, se inició como marinero. Apenas un año antes de enrolarse en el Titanic, el chico se había casado con su novia Edith. Se les presentaba una vida por delante llena de planes, entre los que se encontraban tener hijos. No les dio tiempo. Tras servir en el Olympic, Alfred consiguió en el último momento su puesto como fogonero en el Titanic. Sería su último trabajo. Su cuerpo no fue recuperado o identificado, por lo que su familia le honró mentándole en la lápida en la que reposaban los restos de su padre.


Richard William Hosgood, 22 años. Fogonero

Richard nació en Lambeth, Londres, el 29 de septiembre de 1.889. Era el cuarto de ocho hermanos. Todos le llamaban cariñosamente Dick. En 1.909 Dick se casaba con Edith May Stockley. Se convirtieron en padres tan solo un año después. Su hija Winifred May, nacida el 18 de febrero de 1.910, recibiría su nombre en honor a una de las hermanas de Richard, posiblemente fallecida en la infancia o juventud. En el año 1.911 se describe a Dick como desempleado, sin embargo, este estado le duraría poco. En 1.912 dio sus servicios como fogonero en el buque Saxon, tal y como dejó inmortalizado al firmar por el mismo puesto en el Titanic, tan sólo unos minutos antes de su partida. Estaría muy contento de haber conseguido el trabajo, realmente lo necesitaba. Su mujer Edith estaba a punto de dar a luz a su segundo hijo. Jamás lo conoció. Dick falleció en el Titanic. Su esposa dio a luz tan sólo cuatro días después de la tragedia. El bebé se llamó Richard William en honor a su padre. Su cuerpo, el número 242, fue recuperado por el Mackay Bennett y finalmente sepultado en el cementerio de Fairview, Halifax, Canadá. (Si quieres saber más sobre la recuperación de los cuerpo del Titanic pulsa aquí)

Tumba de Richard Hosgood en el cementerio de Fairview, Halifax. (Encyclopedia Titanica)



Louis Kinsella, 30 años. Fogonero.

Nació en Liverpool, Inglaterra, el 10 de septiembre de 1.881. Fue el primer hijo de ocho hermanos. Como su padre, trabajó en varios buques como fogonero y también como palero. No tenía muy buena fama, había sido declarado desertor en varios de los buques por los que había firmado y en otros le habían sorprendido como polizón. En 1.903 se casó con su novia, Ann Barbara Barlow, que estaba embarazada de cuatro meses. La relación resultó tumultuosa desde el minuto uno y las estadías de Louis en su hogar fueron intermitentes y efímeras. El matrimonio tuvo cuatro hijos, uno de ellos fallecido en la primera infancia. El de 1.909 seríasu peor año. Tras regresar a casa después de otro viaje, su mujer comenzó a echarle en cara su desidia como padre y esposo. En completo estado de embriaguez, Louis acabó apuñalando a Ann, lo que le valió dos meses de cárcel. A raíz de este suceso, probablemente no regresaría a casa, aunque sí aparece con ella y los niños en el censo de 1.911. Kinsella fue contratado minutos antes de que el Titanic saliera rumbo a su viaje inaugural. Nunca regresó. Su viuda intentó cobrar una pensión por su fallecimiento. No sólo no la consiguió, si no que acabó confesando que sus hijos eran de otro marinero, John Riley, con quien se casó al año siguiente. Las que legalmente eran sus dos hijas, Rose y Julia, nombraron a dos de sus vástagos Louis en honor al que, para ellas, era su padre.

William Lloyd, 29 años. Fogonero.
William nació en el verano de 1.883 en Poplar, Middlesex, Inglaterra. Fue el segundo de siete hermanos. Su madre falleció cuando él tenía 15 o 16 años. Su padre se casó al año siguiente, teniendo con su nueva esposa otros cuatro hijos. William no aparece en ninguno de los censos posteriores de la familia, por lo que probablemente ya estuviera trabajando como marinero. El chico nunca se casó y pasaría toda su vida enlazando una ruta tras otra. Firmó como fogonero para trabajar en el Titanic poco antes de que zarpase rumbo a su viaje inaugural. Dio su dirección en el 18 de Orchard Place, un albergue para marineros. Probablemente tras su última ruta en el RMS Dunottar Castle, se había quedado en Southampton a la espera de otro trabajo. Sería su última ruta. Su cuerpo jamás fue recuperado o identificado. 

Henry Dennis Witt, 38 años. Fogonero.
Había nacido el 14 de diciembre de 1.874 en Southampton, Inglaterra. Eran seis hermanos y él era el cuarto, todos le llamaban Harry. En algún momento los padres de Harry se separaron y esto causó una desestructuración total en la familia. Algunos de sus hermanos comenzaron a trabajar, otros se mudaron con su padre y él concretamente lo hizo con su madre. Con 17 años consta que trabajaba como remachador. No se conoce con certeza en qué momento Henry comenzó a trabajar en el mar, pero ya en el año 1.901 no aparece en el censo con su madre y su nueva pareja, por lo que se presupone que se inició antes. el resto, en un principio no había firmado para trabajar en el Titanic. Su primo carnal James Norris, había firmado como fogonero y probablemente le animó a intentarlo. Lo consiguió y dio como su última dirección la casa de su hermana Nelly, con la que probablemente pasaba sus estancias en tierra desde el fallecimiento de su madre. Tanto su primo como él, murieron en el Titanic. Sus cuerpos no fueron hallados.

Alfred Cotton, 35 años. Palero.
Alfred nació el 15 de junio de 1.876 en Fawley, Hampshire. Comenzó a trabajar como albañil con tan sólo 14 años. Tenía 23 años cuando conoció a Alice Andrews, con quien se casó en el año 1.900. La pareja tuvo dos hijos, William y Charles, que tenían 9 y 6 años cuando su padre se enroló en el Titanic. Alfred había hecho del mar su vida y de esta manera mantenía a sus hijos. Su mujer por su parte, trabajaba en una lavandería. La mañana del 10 de abril fue al puerto con la esperanza de poder trabajar en el Titanic y lo consiguió, prácticamente en el último momento. Todo resultó tan apresurado que ni siquiera se registró su dirección ni el último buque para el que había servido. Como casi todos, Alfred perdió la vida en el desastre. Tras su muerte, su mujer Alice no pudo mantener a sus dos hijos y tuvo que enviar a su hijo mayor, William, con otros familiares. Estuvieron alejados el resto de su vida. William nunca mencionó a su padre en el futuro, ni a sus hijos ni a sus nietos. Hay heridas que no cierran jamás.


William Dickson, 37 años. Palero.

William nació en Southampton en 1.875. A los 16 años estaba ya trabajando como albañil, pero pronto siguió los pasos de su padre y comenzó a trabajar en el mar. En 1.894 se enamoró de Martha, una chica que también era de Southampton y con la que presumiblemente se casó. Sin embargo, no existen registros de que este matrimonio se formalizase, por lo que quizás nunca pasaron por la vicaría y sencillamente vivían como tal. La pareja tuvo tres hijos, de los cuáles tan sólo el pequeño William sobrevivió. En el censo de 1.911, se describe al pequeño como persona con discapacidad, sin embargo, no se sabe qué tipo de discapacidad acusaba. Como el resto de sus compañeros, Dickson firmó para trabajar como palero en el Titanic la misma mañana de su partida. Nunca regresó. Lo que sucedió después con su mujer e hijo es incierto.


J. (¿John Dowie?) Gordon, 29 años. Palero.

Gordon nació alrededor del año 1.883. No hay apenas datos sobre su vida o siquiera sobre su nombre. En el libro Guide to de Crew of Titanic, de Günter Bäbler, se le menciona como John Dowie Gordon, pero no he podido confirmar que ésa fuera su identidad. Si en algún momento consigo más información al respecto, actualizaré el artículo. Se sabe que estaba casado, pero también es desconocido el nombre de su esposa o si tenían hijos. Dio como su dirección la Sailor’s Home (casa de marineros) de Southampton, que en 1.912 era un edificio que albergaba marineros, a algunos incluso desde la niñez. J. Gordon murió en el Titanic. Fue uno de los 26 miembros de la tripulación que mencionó este edificio como su dirección.

John O’Connor, 29 años. Palero.
John nació el 22 de diciembre de 1.882 en Southampton, Inglaterra. Era uno de los siete hijos de un matrimonio humilde. John se unió temprano a la Royal Navy, donde trabajó varios años. Posteriormente se unió al servicio mercantil. Tras el fallecimiento de su madre, el chico regresaba a casa con su padre y su hermana menor, Ellen. Su padre no volvió a casarse. En el año 1.911 la familia estaba viviendo en el número 9 de Tower Place, en Southampton, donde John se despediría de su hermana y su padre para dirigirse al puerto, donde esperaba encontrar un puesto en el hermano gemelo de su último barco, el Olympic. Gracias a esto, el chico fue contratado ése mismo día para realizar el trabajo de palero. La noche del hundimiento, John consiguió llegar a la cubierta de botes. Probablemente el Titanic estaba ya en sus últimos minutos a flote. Varios hombres intentaban sin éxito lanzar los dos últimos plegables al agua, el A y el B, seguramente él mismo también formó parte de ellos. Consiguieron soltarlos, pero el A quedó flotando a duras penas y semi inundado, mientras que el B se había quedado boca abajo. John O’Connor consiguió aferrarse a este último, salvando así su vida. Regresó pronto a Southampton y allí continuó trabajando en el mar. Nunca se casó y murió a la edad de 50 años. Está enterrado en Southampton.

Robert Edward Steel, 30 años. Palero.
Robert nació en la isla de Guernsey, en el canal de la mancha, probablemente en el año 1.883. Tenía dos hermanos. Siendo Robert muy pequeño, la familia se trasladó a Southampton, donde su padre estuvo trabajando como aparejador de barcos y marinero el resto de su vida. Los tres hermanos pasarían allí toda su infancia. Probablemente su hermano varón falleció de niño y tanto él como su hermana Mary se pusieron a trabajar a muy temprana edad. Ella como sirvienta y Robert como marinero. Estuvo siempre en el mar y nunca se casó. El 10 de abril se despediría de sus padres antes de salir hacia el puerto. Allí, muy apresuradamente, consiguió un puesto como palero en el Titanic. Falleció en la tragedia. En el periódico local The Hampsire apareció un aviso con su fallecimiento. Sus padres quedaron destrozados.

De los quince hombres que consiguieron su puesto en los últimos momentos antes de partir, sólo dos sobrevivieron. Es inevitable echar la vista atrás y pensar en Thomas, Bertram y Alfred Slade, en Alfred (¿V?) Penney o Frank Holden, y en todos aquellos que por una circunstancia u otra perdieron el barco. 
Lawrence Beesley
(Encyclopedia Titanica
)
Seguramente y como bien dijo Lawrence Beesley,
“Sin lugar a dudas, esos hombres que perdieron el buque, habrán contado y contarán durante años, la historia de cómo salvaron sus vidas al llegar demasiado tarde al Titanic”.




Podesta y Nutbean, quiénes sí habían conseguido alcanzar el buque, tuvieron la fortuna de sobrevivir.
La cifra de fallecidos miembros de la tripulación es escalofriante y refleja perfectamente la realidad de la sociedad de la época, donde eran relegados al último plano. En el Titanic había 908 personas trabajando (contamos entre ellos al grupo de garantía, la banda de música y los dos telegrafistas, que en muchos listados aparecen como parte del pasaje y no de la tripulación). El 77% de ellos falleció en la tragedia. Es el porcentaje más alto de todos los grupos. A día de hoy siguen siendo los menos conocidos, siendo siempre más protagonistas los pasajeros más ilustres, como John Jacob Astor. En este artículo hemos querido otorgar voz a quince de ellos, quiénes también fueron parte indispensable en la historia del Titanic, como cada una de las 2.208 personas que vieron tierras irlandesas por última vez desde aquel buque que muchos creían insumergible. La mayoría nunca regresó y los pocos que sí lo hicieron, jamás volvieron a ser los mismos. 
Monumento dedicado a la tripulación del Titanic. Su localización actual son las ruinas de la Iglesia de Holyrood, Southampton. (http://seesouthampton.co.uk)

[Irene Hernández Rodríguez]